Un sueño perdido. Blog #9

Cuando yo me gradué de la prepa, mis papás me dijeron: "hasta aquí". Ellos no tenían ni el dinero ni las conexiones para mandarme a una universidad, y yo mensa, jamás supe que con mis buenas calificaciones y honores podía a lo mejor encontrar alguna beca para seguir estudiando. Ahí en la prepa nos ofrecían un bachillerato después de graduarnos y pues mejor eso que nada continué en el campo de contaduría pero, pues nomás era empezar y luego aparte pues me casé. Sí llegué a ejercer por algunos meses ahí en una firma que... ¿te acuerdas dónde estaba la panadería y el Fren chicken? Ey, allí en medio de esos dos locales, ahí estaba el local pero pues tú estabas chiquita y tu abuelita no quería cuidarte. Llegué a dejarte varias veces con ella pero siempre con bien mucho miedo porque ponía su cara de disgusto. Ah... poquito después de habernos casado, pues yo comenté con tu papá que pos' quería... no sé, ver escuelas, ver dónde buscaba ayuda para continuar mis estudios, y me dijo que no, que qué iba a pensar, a decir su papá. ¿Tu abuelo paterno? pues era bien, pero bien machista. Tus tías, ninguna de las... siete, que diga, seis, terminó la prepa, es más ni la secundaria. No las dejó. A todas las tenía ahí en la casa encargándose de él y de todo lo doméstico. Y pues, obviamente, era capaz de prohibirle a la mujer de su hijo, que estudiara. No y peor te la cuento, me da un coraje que no tienes idea. Cuando tu papá y tu abuelo se vinieron a vivr acá, él le decía: "ándale mijo, estudia algo, una carrera. Yo te la pago, hijo. Mira aunque sea de maestro". Pues, ¿qué crees? tu menso padre le dijo que no que no sé qué, que no sé que tanto. ¡Ay hijo de su re-chingada madre!. Sí. Valeria, ¡lo que yo hubiese dado por que mi padre me pidiera, me insistiera que estudiara algo! No, si te digo que la vida es bien pero bien injusta. Tú tienes que tener tus estudios, ser independiente y no tener que estar al lado de un hombre y quedarte con las ganas de ser alguien en la vida, como yo. Pues nimodo, esta es la vida que me tocó vivir. Pero no tiene que ser así para ti. No, no diría que no soy feliz. Simplemente, las cosas en mi vida no se dieron como yo esperaba o deseaba. ¿Ya terminaste? Ya vamos a comer. Pon la mesa.