Un Mundo de Arcoiris

Era un día como cualquier otro cuando Luisa salio con un gesto serio de su casa para ir a su trabajo. Luisa iba caminando por la calle de siempre y de pronto una persona extraña se le acerca y le dice,
- Hoy será un día especial donde no podrás dejar de brincar y hacer lo que te gusta -
Luisa estaba muy confundida ya que no entendía porque el extraño le dijo eso. Para Luisa, el no poder dejar de brincar le recordó a su infancia donde todo era un mundo de arcoiris lleno de lo que ella amaba y un mundo completamente diferente al que ahora vivía. Luisa decidio continuar caminando y llego a su trabajo. Todo parecia ir normal hasta que apareció su jefe.
- Estás de suerte hoy Luisa; te puedes ir temprano a casa - le dijo su jefe.
Luisa tratando de disimular su reacción de querer brincar e irse, dijo - Gracias. Hace tiempo que no tengo tiempo para mí y creo que hoy si es mi día -
Luisa fue a su oficina por sus cosas y trato de no mostrar su sonrisa que expresaba ese sentimiento de querer salir corriendo y hacer algo especial ese día.

Al llegar a su casa, Luisa se quito su uniforme y se cambio a algo más cómodo. Trato de cambiarse tan rapido como podía, tomo su bolsa, y salio de nuevo. Cuando llego a la esquina de la cuadra, Luisa volteaba a todos lados tratando de asimilar todo lo que ha perdido por dedicar tanto tiempo a su trabajo y se podía observar como ella estaba teniendo un día épico como cuando un niño recibe su regalo favorito. Luisa empezó a caminar hasta llegar a una tienda de helados que su padre la llevaba. Ahí se compro el mismo helado de cereza que le encanta desde niña y se sentó en el patio. Luisa ese día transmitía una vibra diferente que hasta las personas que estaban teniendo un mal día, al verla se sentían mejor por solo ver como Luisa disfrutaba su helado y de su gran sonrisa. Al terminar su helado, el extraño aparecio de nuevo.
- Te dije que hoy no dejarías de brincar y hacer lo que te gusta - le dijo
Luisa esta vez tuvo una reacción diferente y decidió comprarle un helado al extraño y disfrutar esa sensación que no sentía desde que era una niña.