La Musa

Era una tarde común y corriente en la casa de Jazmín. Ella estaba tomando su té en el jardín grande y hermoso que tenía.

Jazmín era una mujer de 30 años y había recibido la herencia de su abuela, una casa que ella le decía “La Musa”. Jazmín no era la única nieta pero si la única que recibió la herencia a pesar de que ella no era cercana a su abuela. Nadie entendía porque la abuela hizo eso.

Ese día, Jazmín pensaba en porque la abuela le decía “La Musa” a la casa. De pronto, ella se quedo dormida en el jardín aunque no tenía sueño. Despertó horas después y se encontraba en su recámara. Lo único que ella recordaba era que estaba tomando el té en el jardín. No entendía como llego ahí.
Jazmín se levanto y al salir por el pasillo se dio cuenta de que una musa de porcelana estaba en la sala. La musa era muy bonita y parecía de las que salen en las películas. Aunque era extraño, Jazmín no le dio importancia y siguió su día cocinando y limpiando como siempre. Para esto, Jazmín vivía sola y no requería de nadie para los labores de la casa. Ella sabía hacer de todo.

Cabe mencionar que esa noche algo extraño sucedió de nuevo, Jazmín soñó con su abuela. Parecía que la abuela tenía 20 años y vio como alguien le regalaba la musa que se encontraba en su casa. Incluso ella podía sentir lo que la abuela sintió en ese momento. Jazmín se despertó con el corazón latiendo y confundida por lo que había soñado.

Al siguiente día, Jazmín se encontraba de nuevo en el jardín y esta vez escuchaba la voz de su abuela diciendole que cuidará a la musa porque las cosas no son lo que parecen. Al escuchar eso, lo primero que se le vino a la mente fue un recuerdo de su abuela cuando ella tenía 5 años y la iba a visitar. Desde pequeña, Jazmín no tuvo una conexión con su abuela y no entendía el por qué. Jazmín recordó que la visitó en esa misma casa y fue el día que le quebró la musa. En ese instante, Jazmín se levanta sorprendida porque era la misma musa que estaba en la sala. Creía que era una locura ya que sentía la tristeza de la abuela. Empezó a darse cuenta que varios sentimientos de su día a día le hacían recordar a la abuela e incluso sentir sus sentimientos.

Con el paso del tiempo, Jazmín empeoro y cada vez que salía al jardín sentía que la abuela y ella se estaba convirtiendo en una misma persona. Jazmín tenía los recuerdos de la abuela, sabia cosas de antes que ella naciera, y sobre todo la musa siempre estaba en los recuerdos. Jazmín no sabía que hacer y en eso otro recuerdo de la abuela le llegó su mente. La abuela intentaba restaurar la musa que Jazmín había quebrado pero le era imposible. Jazmín sentía mucha angustia y desesperación.
Sin más que hacer, Jazmín decide culpar a la musa por todos sus males y lo que le estaba pasando. Tomo a la musa y la decidió enterrar en un bosque cerca de la casa. Jazmín estaba más tranquila y creía que sería una noche normal. Sin embargo, la musa no era el problema ya que ella siguió igual.