Monday, February 17, 2020

Blog 4

Al escuchar el timbre, supo que por fin era hora. En su camino a la puerta, se aseguró que estuviera todo en orden. Que los platos y cubiertos estuvieran en la mesa junto a las velas y rosas rojas. Se acomodo su blusa y abrió la puerta. Sobre su hombro, ella podia ver la mesa en el centro del comedor, el ramo de sus flores favoritas, las velas perfumadas a manzana, y los platos cuadrados que escogieron juntos su primer semana viviendo juntos.

- Te hice enchiladas, feliz día de San Valentín.

Ella sabía que él no siempre era tan detallista. Sabía que él no cocinaba seguido, y cuando lo hacía siempre llamaba a su mamá para pedirle sus recetas. Ella no le compro o pudo hacer nada. Y aunque hubiera podido, no hubiera superado el gran detalle de su novio. Sus ojos se llenaron de lagrimas y se abrazaron intensamente. 

- De seguro tienes mucha hambre, vente, yo te sirvo. 

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