Los Chiles de Arbol

Ando hacienda de comer cuando de pronto siento que se me empieza a cerrar la nariz. Al instante empiezo a toser como loca recordando que ando asando chile de árbol para mis frijolitos fritos. No puedo respirar, todos en las casa empiezan a correr tratando de abrir las ventanas de la casa estornudando eh intentando respirar nuevamente. El olor a picante empieza a consumir la casa

“¡Habrán las ventanas!” empieza a gritar mi esposo.

Tosiendo, tosiendo, moqueando, moqueando, estornude, estornude, pero al final  vale la pena porque el bocadillo que nos echamos fue lo mejor.