Sunday, May 3, 2020

Reflexión de escritura


Cuando vi por primera vez las opciones de las clases de nivel 300 me di cuenta de que esta sería mi mejor opción. Siempre me ha gustado escribir y siempre escribía sobre cosas de no-ficción, tipo periodismo. Me atreví a tomar la clase de escritura creativa y ahora me siento muy afortunada de haber podido convivir con esta clase. Me gustó que fui una de las primeras que presentó su texto en el taller porque recibí comentarios que me ayudaron a escribir mejor durante el resto del semestre. Cuando nos visitó Raúl Dorantes aprendí que yo debería escribir cuando sienta la necesidad de hacerlo y que no debería escribir algo rápidamente porque así no será mi mejor trabajo. Aprendí que para tener un buen texto se requiere de varias revisiones, varios borradores. Gracias a Óscar Campo, aprendí a cómo escribir algo que tenga un efecto en la audiencia y pensar en cosas como marcos narrativos, idea central del tema, personajes, tiempo, detalles y cosas así. Yo sabía cómo identificarlo en textos literarios, pero no pensé que fuera tan difícil escribirlo. Lo que me llevo de esta clase es que hay un Latino Boom en cual me puedo identificar porque soy chicana. Soy mexicana y de EE.UU. y hablo y escribo en inglés y español. Después de la plática con José Ángel Naveja Me di cuenta que puedo ser la voz de inmigrantes, de mis amigos y familiares que se sienten reprimidos en este país. Al fin, después de la plática con Franky Piña, aprendí que la escritura no sirve solo como terapia, pero sirve para abrir discurso e influir a otras personas a que vean su lado creativo. Como escritores no deberíamos ser tan egoístas y escribir o informarnos solo de lo que nos gusta a nosotros porque así nos mantenemos en un cuadro, pero deberíamos salir de nuestros límites and “break out of the box.” Estoy muy orgullosa de mis compañeros porque seremos parte de la revista CIUDAD Ñ.

Thursday, April 30, 2020

Reflexion

La primera lengua que yo conocí es el español, mis primeras palabras y pensamientos fueron en español. Desde chica mis padres enfatizaron la importancia de ser bilingüe, de poder conversar en mi lengua natal, pero también aprender la lengua del país que me vió nacer. Sin embargo, al entrar al colegio el inglés se vuelve el idioma central de mi vida. Cuando converso con amistades, voy a la tienda, hago mis tareas . . . el inglés está presente. Al tomar este curso pude conectarme con mi lengua hereditaria, con la lengua de mis ancestros-- la lengua que conquistó a nuestros pueblos indígenas. 

Para mi la esencia de este curso fue darme cuenta del poder de ser bilingüe. Al escuchar a distintos autores, como Raúl Dorantes y José Ángel N., relatar sus historias como migrantes y el refugio que les produjo escribir, me doy cuenta que cualquier persona puede ser autor. Cualquier persona puede escribir un cuento sin siquiera darse cuenta que lo que escriben es una reflexión de sus experiencias. Sin embargo, no cualquier persona puede escribir un cuento en dos lenguas distintas, y es ahí donde existe el poder. Este curso me introdujo al movimiento del “New Latino Boom”, cuyo propósito es crear un espacio literario para autores latinoamericanos radicando en estados unidos. La escritura, como narró Raúl Dorantes en su visita, para muchos es una forma de terapia. Desafortunadamente, muchos de nuestros migrantes no están expuestos a las artes. En torno, se esclavizan en el trabajo simplemente juntando dólares para sobrevivir, pero se olvidan de alimentar el alma. La literatura en español ocupa un lugar en este país, nuestra comunidad Latina no debe de olvidarse de su lengua, y es por eso que debemos de darle más importancia a la literatura en español/spanglish. El arte de escribir incrementa una aprecio hacia las artes y el poder de las palabras, pero también sirve como terapia para el alma. 

Artréveteterapia


Fue o Kierkegaard o Wittgenstein (o alguno de esos filósofos alemanes que te hacen sonar muy culto si les mencionas el nombre) quien dijo que el concepto de 'sexo' conecta una multitud de actividades que no son objetivamente semejantes entre sí en el universo objetivo (actividades como el coqueteo inocente de adolescentes, el acto de coito en sí, toda la semiología del matrimonio monógamo, la industria de pornografía, los tabús conservadores de la religión, etc.), uniendo con una sola etiqueta toda una colección casi-aleatoria de prácticas culturales colectivas como demasiadas personas bajo un sólo paraguas.

Pues para mí es un poco lo mismo con 'escribir.' O sea, un antropólogo nos dirá lo que es escribir como una práctica colectiva inventada por miembros en un dado contexto sociocultural. Luego los sicólogos nos dicen cómo funciona el procedimiento cognitivo de leer. Sale pues el Omar Khayyám con sus lamentos poéticos del Moving Finger que having writ writes on. Es decir que no creo que haya un solo modo de capturar o captar lo que es escribir. Tal vez esté yo aquí aventando espagueti hacia la pared para ver qué ideas pegan, pero para mí escribir ha sido un proceso a la vez atrevido y terapéutico. Ahí te va pues la atréveteterapia. 

Para mí, escribir es el acto sumamente egoísta de pedirle el tiempo y la energía de otra persona. En inglés hay esa metáfora de un comportamiento tan odioso 'that sucks all the energy out of a room.' Quisiera notar que el proceso de leer y pensar requiere actividad cognitiva, lo cual requiere un proceso metabólico para que las neuronas disparen en el cerebro, lo cual requiere oxígeno. Así que, cuando expongo al lector a mi escritura, ando literalmente sucking at least some oxygen out of the room. Oxígeno cuyo opportunity-cost es altísimo en la época del smartphone. Mejor que valga la pena lo que escribes.

¿Habrás oído alguna vez que según Noam Chomsky el lenguaje evolucionó para dejarnos pensar, en vez de para dejarnos comunicar? No sé si esté de acuerdo al cien por cien con esta posición, pero esta idea de Chomsky sí capta una realidad sobre la cognición. Según cuentan que los pacientes que padecen de demencia pueden mantener una vida más normal si dejan etiquetitas Post-It por su casa, recordándoles que el martes tienen cita con el dentista, o que la pasta de dientes está en el gabinete de la izquierda, o que tienen que tomar tres píldoras por día, etc. 

Cuenta un tal filósofo, pues, que estos Post-Its forman parte de la mente de la persona: el trabajo de archivar una memoria se exporta al mundo externo, de tal modo que for all intents and purposes el ambiente forma parte de la cognición del individuo en vez de ser algo ajeno a ella.

Ahora, cuando imaginamos palabras mentalmente, por un breve periodo de menos de dos segundos estas palabras se repiten en el tal loop fonológico de la memoria de trabajo. Pero cuando una frase o una palabra se escribe en el Microsoft Word, libera nuestra capacidad de prestar atención para poder entonces pensar en otras cosas. Es como pasar algo a la mano izquierda para liberar la mano derecha y así poder cumplir otra tarea simultáneamente.

Y luego ando yo en mi vida cotidiana, lidiando con problemas irrelevantes y obsesionándome demasiado con mis estúpido jueguitos de ajedrez de mi vida social y profesional, con la mente bien colonizada por YouTube y Facebook, y cada vez que me surge una idea nueva—pero de veras nueva, una idea que rete mi punto de vista por lo menos un poco y que me cause una incomodidad al revelar las contradicciones infantiles que forman la base de mi modo de pensar—pues tengo el hábito de dejar ese pensamiento doloroso pasar en vez de lidiar con él.
 
En vez de eso, traducir mis ideas a palabras escritas literalmente me deja ver mis pensamientos, me deja observar un pensamiento mientras tenga una mayor capacidad de evaluarlo apropiadamente. El hecho que la palabra esté en la pantalla me quita la chamba de mantener el pensamiento en mente a la vez que lo digiera.

Ando como una oruga gateando por la vida masticando pura chatarra de pensamiento. La escritura me cataliza el proceso de metabolizar la mierda existencial. Es como un remedio para piedras en el riñón: el pensamiento doloroso con que tendría que lidiar por meses se me pasa en una semana. Todavía duele, pero por lo menos un poco menos.

Arte Poética - Guzmán

Mi experiencia 
A lo largo de este curso aprendí mucho sobre mi escritura. Tomé esta clase como requisito para mi concentración en español y la verdad no pensé que me hubiera gustado tanto. Creo que me gustó que no parecía una clase. No que no la tomaba en serio, sino que fue una clase donde pude interactuar mucho más con mis compañeros a comparación a otras clases. No fue tanto de solo escuchar al profesor hablar por toda una hora, pero más para ayudar a uno mismo a ser mejores escritores. Estoy segura de que el profesor Oscar Campo fue la razón por la cual a muchos estudiantes les gustó esta clase. Pudimos conversar sin miedo a que lo que dijéramos estaba incorrecto y fue un alivio. 
Al principio de este curso me di cuenta de que las actividades de las ventanas eran muy breves, como si tuviera miedo a agregar detalles a mis actividades. A como paso el tiempo, varias de mis actividades eran mas largas, con mas detalles y sinceramente más interesantes. Lo que me ayudo fue que a lo largo del semestre tomé mis propias criticas a mis compañeros para mi propia escritura. Si pudiera, tomaría esta clase otra vez, pero como no puedo lo único que puedo hacer es recomendarla a otros estudiantes. 

Reflexión



El momento de que entre al salón de la clase, sabía que todos en alguna manera tendría amigos o nuevos amigos. Pero al abrir la puerta, mira a Mauricio y me dio mucho gusto de ver a alguien que conocía. Tome esta clase porque me intereso mejor que las otras clases. Quiera escribir más en español y seguir practicando en escribir, y hablando la lengua. Bueno, si lo logre. Al comparar desde el principio hasta ahora, he hecho un logro en mejorar. Hacer los blogs y el taller me ha influido en volver escribir. Antes escribía, pero no lo tome en serio por lo que la gente pudiera decir. Pero como dice Jack M. Bickham, hay que no ponerle atención a lo mi mama, los miembros de la familia o mis amigos van a decir. Lo que no voy a poder olvidar se lo que digo Carolina Herrera. La razón porque no se va a olvidar es porque ella digo que la historia que ella escribe en su libro #Mujer Que Piensa, tiene una historia que la podía dejar en paz. Ella sentía que tenía que decirlo, escribirlo, para que esa historia la pudiera dejar. La historia es una única historia que Carolina solo sabía ella sola antes de publicarlo en su libro. Creo que esto me puede ayudar en escribir partes de mi vida, que a veces no puedo dejar de pensar. A lo mejor escribirlos será una manera de meditación. Mi mejor proyecto de escritura, para mí, es el taller. Nadie, antes de escribirlo, sabía que me apasiona el piano. Aparte de mi familia y uno dos amigos, pero eso es. En realidad, nadie sabía cómo me siento al escuchar la palabra piano. Pero ahora que pude escribir sobre el piano, aprendí mucho de mi misma. Voy a seguir echándole más ganas para poder tocarlo, ya que estamos en cuarentena. Los textos que leímos me gustaron mucho. Cada texto tiene su propósito en la clase. Mis favoritos son El Huésped y La Casa Tomada. La razón porque son mis favoritos es porque tiene componentes estructurales sobre lo extraordinario o lo fantástico. Al leer estos textos, hace que el lector se enganche al texto por la falta de información sobre de que los personajes están viendo o interactuando. Cuando tenía la oportunidad de escribir algo en la clase, usaba estos textos como un guía para poder replicar el mismo sentimiento que los lectores podrán sentir, así como yo lo sentí. En fin, si yo tuviera la oportunidad de tomar la clase, lo haría de nuevo. Hay muchas cosas que he aprendido y seguiré usando las estrategias e información que aprendí en la clase. ¡Muchísimas gracias, te envió lo mejor! Ojalá podamos conectarnos de nuevo.

Wednesday, April 29, 2020

Reflexion de escritura

Cuando empecé esta clase, yo ya sabia que seria bastante escribir, pero agradezco por todas las oportunidades que tuve de publicar y recibir comentarios ya que me ayudo demasiado mejorar mi escritura.  Uno de mis ejemplos sería el taller 2, yo pensé que estaba segura de lo que quería que dijera mi escritura creativa, pero al final, cuando la presente, me di cuenta todas las oportunidades que yo tenia para poder crecer. Me di cuenta de que, aunque mi historia ya era interesante, a muchos de mis compañeros de clases les interesaba aprender un poco más de lo que estaba yo pensando y sintiendo en un momento tan especial.  En ese caso, lo que hice con mi escritura fue que le agregué un poquito más de mis pensamientos y mis miedos para que los que están leyendo me entiendan un poquito más por lo que estaba pasando. También, a como iba pasando el tiempo y yo iba escribiendo más, me di cuenta de que mi manera de expresarme cambiaba porque iba aprendiendo sobre como agregarle a mis escrituras un vocabulario excéntrico que no solo va a dar el mensaje que yo quería dar, pero que hiciera mi composición menos repetitiva y más interesante. También me puedo dar cuenta cuando una persona se toma su tiempo escribiendo algo a cuando lo están escribiendo rápido y solo por tener que entregarlo porque cuando yo lo hacia, siempre encontraba equivocaciones en mi gramática y también en mi estilo de escritura. Cosas que eran chiquitas pero que no me había dado cuenta de que quizás eran importantes. Por ejemplo, una ves escribimos sobre ver por la ventana tres días seguidos y escribir lo que veíamos. Cuando yo leí mi publicación, no me había dado que al empezar de cada párrafo siempre empezaba de cierta manera y que el ultimo párrafo de los tres lo cambie. Muchos en mi clase me hicieron comentario sobre eso y me dijeron que ellos pensaron que seria mejor que siga escribiendo igual desde el empezar asta el terminar porque ese estilo que empecé les gusto. 

Reflexion

Igual que a mi compañero Marcelo, esta clase también fue recomendada por Lorena. La verdad no me parecía muy interesante, pero en el transcurso del curso todo cambio. Sentí que esta clase fue diferente a todas las otras clases de español que tomé. El interés y el tiempo que invertio el profesor en la clase, la verdad valió mucho la pena. Se siente muy bonito cuando un estudiante está en una clase y aprende y capta fácilmente lo que el profesor trata de decir y puedo decir que eso sucedió conmigo. Lo de traer a los autores a clase y escuchar sus historias y cómo cambiaron sus manera de escribir fue realmente muy interesante, y estoy seguro que inspiraron a algunos estudiantes. Otra cosa del curso que me pareció muy interesante fue que algunos de los textos que necesitábamos leer, yo ya los habia leido y me pareció divertido comentar sobre cosas que ya había aprendido. Dos ejemplos que se me vienen a la mente, son la de la gallina degollada y la de el huésped. Yo ya había leído los dos textos y fue divertido para mi opinar sobre algo qué yo ya sabía.